domingo, 6 de abril de 2014

3.4 Déficit neurológico

   En la evaluación primaria, el estatus neurológico se evalúa brevemente mediante la valoración del nivel de conciencia y la determinación del tamaño y la reactividad pupilar. El nivel de conciencia se puede valorar usando la regla nemotécnica AVDA: alerta, respuesta a órdenes verbales, respuesta a estímulos dolorosos o arreactivo.

Los traumatismos craneoencefálicos representan alrededor del 70% de las muertes pediátricas por traumatismo cerrado. La lesión cerebral primaria directa ocurre en segundos y es irreversible; la lesión secundaria se debe a la anoxia o a la isquemia subsiguientes. El objetivo es reducir al mínimo la lesión secundaria asegurando una oxigenación, ventilación y perfusión adecuadas y manteniendo una presión intracraneal (PIC) normal. 

Un niño con disfunción neurológica grave, con un GCS igual o menor a 8, debe intubarse. Los signos de aumento de PIC, incluidos deterioro neurológico progresivo o signos de herniación transtentorial, requieren un tratamiento inmediato.




La hiperventilación disminuye la PaCO2, lo que da lugar a vasoconstricción cerebral, reducción del flujo sanguíneo cerebral y descenso de la PIC. La hiperventilación enérgica y prolongada no se recomienda, porque la posterior vasoconstricción puede disminuir de modo excesivo la perfusión u oxigenación cerebral. La hiperventilación breve es una opción inmediata para pacientes en los que se ha producido un incremento agudo de la PIC.

 El manitol disminuye la PIC y puede mejorar la supervivencia, pero dado que actúa a través de diuresis osmótica, puede exacerbar la hipovolemia y debe utilizarse con cautela. El suero salino hipertónico puede ser un agente útil para controlar la PIC en pacientes con lesión craneoencefálica grave. Se debe consultar al neurocirujano. Si persisten los signos de hipertensión intracraneal, el neurocirujano debe decidir si intervenir quirúrgicamente de modo urgente.

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