Las tasas de morbilidad y mortalidad han descendido en regiones geográficas con sistemas globales coordinados de atención al niño con politraumatismo. De modo particular, la existencia de centros de traumatología de referencia se ha asociado con un descenso de la mortalidad.
En el lugar de los hechos, los paramédicos deben proporcionar el soporte vital avanzado necesario y realizar la clasificación (tabla). Generalmente, es preferible obviar los hospitales locales y transportar de modo rápido al niño grave directamente a un centro de traumatología pediátrica o a un centro traumatológico con atención pediátrica.
Cuando se avisa al servicio de urgencias receptor antes de que el niño llegue, debe movilizarse el equipo traumatológico. Cada miembro tiene funciones definidas.
Un cirujano experimentado o, un médico de urgencias dirigen el equipo. Es importante designar a un miembro identificable para que lidere el equipo porque mejora la evolución del paciente.
Otros especialistas, sobre todo neurocirujanos y cirujanos ortopédicos, deben estar inmediatamente disponibles, y el personal de quirófano debe estar avisado.
El estatus hemodinámico, las localizaciones anatómicas y/o los mecanismos de la lesión se usan para determinar si se debe activar al equipo de atención al politraumatizado.
La atención debe centrarse en el compromiso hemodinámico y no tanto en el mecanismo de la lesión. Se han desarrollado escalas de puntuación que usan parámetros similares con el fin de predecir la evolución del paciente.
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